Desde su inicio en el 2002 este proyecto de saneamiento de las aguas ha beneficiado a más de 171 municipios, en la provincia Aragonesa, así como también incrementado la creación de empleos en las distintas plantas depuradoras que se crearan.
Este proyecto ha supuesto uno de los mas ambiciosos de la Unión Europea, por las grandes inversiones que este le ha supuesto al gobierno, mas de mil millones de euros para la creación y mantenimiento de las plantas de depuración de agua, que darán una mejor calidad de vida a sus habitantes.
Para la realización eficaz de este plan se ha divido la provincia en 13 zonas técnicas, las cuales se abarcaran en tres fases, la primera fase se ubico en el periodo 2002-2006 el cual beneficio a la comunidad de Teruel dándole servicio a los habitantes de esta provincia, teniendo un total de 42 depuradoras y cien kilómetros de colectores, la inversión de este proyecto tuvo un coste mayor a los 240 millones de euros, beneficiando a los habitantes de este lugar.
La segunda fase le correspondió a la provincia de Zaragoza, en el periodo del 2005-2009, depurando así un total del 95% de sus aguas residuales, en esta ocasión el Instituto Aragonés del Agua invirtió un total de 640 millones de euros en 85 actuaciones, incluidas 55 depuradoras y 275 kilómetros de colectores.
En este momento se ha iniciado la tercera fase de este proyecto tan ambicioso y le corresponde el turno a la provincia de Huesca en el periodo 2008-2011, en el cual se verán beneficiada la comunidad del Pirineo y sus alrededores, dando servicio a las poblaciones que forman el denominado Alto Aragón, en total habrá 37 estaciones depuradoras que le darán servicio a esta provincia.
Todo este proyecto se ha visto supervisado y promovido por el Instituto Aragonés del Agua regulado por el Departamento de Medio Ambiente, así como también a través de la empresa pública SODEMASA (Sociedad de Desarrollo Medioambiental de Aragón, S.A.), encargada de construcción y explotación de las instalaciones durante un periodo de 20 años, y gracias a este plan, los ayuntamientos solo tendrán que aportar los suelos.
A pesar que la mayor parte del dinero que se utilizo para llevar a cabo este plan resulta del impuesto ecológico y solidario aprobado por las Cortes de Aragón e implantado en el 2002, con este se pretende cumplir los requerimientos que la Directiva de la Unión Europea a establecido, de forma tal que el dinero generado de este impuesto se vera reflejado directamente en las mejoras concernientes al medio ambiente. Con esta inversión se obtendrán beneficios superiores a la inversión realizada, pues la calidad de vida tendrá una mejora notable tanto económica como en lo concerniente a la salud de sus habitantes, lo que reduce notablemente el coste del proyecto en comparación a los beneficios que otorgan estas depuradoras, ya que volver a ver nuestros ríos vivos reducirá el impacto ambiental que nos produce la contaminación del mismo.
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